Lo primero, había que doblar el folio por la mitad y en una parte del folio echamos unas gotas de un color y otras de otro. Después, volvimos a doblar el folio y lo dejamos secar.
Cuando estaba seco lo abrímos y vimos manchurrones de pintura, en los que nos podemos imaginar algunas formas.
¿Qué veis vosotros?
***Artículo redactado por Yeray Martínez****
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