miércoles, 2 de octubre de 2019

DESCUBRIENDO EL EMBALSE DE LA SOTONERA


El miércoles 2 de octubre hemos ido de excursión al embalse de La Sotonera con Pablo          Vallés. Hemos entrado con él en una zona del embalse en la que no había agua y nos ha estado explicando muchas cosas:

 
  • Cuando hemos bajado del autobús, había unas flores moradas que si las cogías se separaban los pétalos porque no tienen tallo. Se llamaban “Espantaturistas” o “ Merenderas pirenaicas. “

  • Luego hemos escuchado los cantos de los pájaros: golondrinas, que todavía no se han marchado; alondras, que son de color marrón y se camuflan muy bien en la tierra; cuervos, perdices…
  • Después hemos encontrado unas setas blancas que crecían en unos agujeros para resguardarse del viento y tener más humedad.

 
  • Más tarde nos hemos adentrado en el bosque de tamarices, que es el más grande de Aragón. Los tamarices han aprendido a sudar la sal del agua del embalse por las hojas. Hemos cogido la sal de las hojas y las hemos probado. ¡Estaban muy saladas!

  • Pablo nos ha explicado que una planta relacionó a las grullas con los jabalíes en el embalse de La Sotonera. A los jabalíes se les pegaban los “carruchos“ o “cachorros“ al pelo porque la semilla de esa planta está protegida por pinchos. Los jabalíes dormían entre los tamarices y se le caían ahí los “carruchos”. Después crecían las plantas y actualmente se han extendido por la zona seca del embalse. Las grullas se las comían machacándolas con el pico. El año pasado las grullas ya no salían del pantano para comer y ya no destrozaban las cosechas.

  • Hace unos años en el embalse había una plaga de cangrejos americanos, de color rojo que casi acabaron con los cangrejos autónomos, de color verdoso. Ahora casi no quedan porque las nutrias se los comen. Ahora sabemos que no solo viven en las aguas cristalinas de las montañas, sino donde encuentran comida.

 
  • En el embalse encontramos dos especies invasoras: el mejillón cebra (que son pequeños y viven en grupos de muchos individuos juntos) y la almeja asiática. Luego Pablo nos enseñó la almeja más típica de la zona, que es mucho más grande.


  • En el pasado, en la zona de la alberca de Alboré hacían unas balsas con piedras que se llamaban azudes, y servían para recoger el agua de los dod ríos que se juntan ahí: el Sotón y el Astón. De esa manera tenían agua para beber y regar.
 
  • Un poco más adelante encontramos un pueblo islámico. Vimos: unas piedras en hilera que eran las bases de las casas, trozos de vasijas de cerámica, las bases de dos columnas, un recipiente rectangular de piedra y varias piedras talladas haciendo antiguas esquina.



 
  • Por último, Pablo nos enseñó unos “Árboles barbudos” que eran unos sauces que a unos dos metros de altura tenían las raíces, porque cuando el pantano estaba lleno de agua tomaban el agua de la superficie porque era menos salada.

 
  • Antes de irnos, Pablo nos dijo que cuidáramos de la naturaleza porque también es nuestro patrimonio y si no lo cuidamos, en el futuro nadie lo hará, además tenemos la suerte de vivir cerca de un espacio tan único como digno de recordar, el embalse de La Sotonera.



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